El desarrollo regenerativo implica ir más allá de la simple conservación o sostenibilidad para restaurar y revitalizar los ecosistemas acuáticos y las culturas humanas que dependen de ellos, logrando un ciclo de regeneración mutua entre naturaleza y comunidades. Nuestro enfoque reconoce la interdependencia entre los sistemas ecológicos y culturales, y busca potenciar su capacidad de autorrenovación mediante prácticas colaborativas y transformadoras, esto integra las siguientes dimensiones: 

• Restauración ecológica:

  • Recuperar los ecosistemas acuáticos degradados, como ríos, lagos y humedales, para garantizar la salud de las poblaciones de peces y su hábitat.

  • Restaurar procesos ecológicos clave, como el flujo natural de agua, la conectividad de los ríos y las interacciones entre especies.

• Revitalización cultural:

  • Fortalecer las tradiciones, prácticas y conocimientos locales relacionados con los peces de agua dulce, reconociéndolos como elementos vitales del patrimonio cultural, y seres activos en los diversos humedales.

  • Promover la transmisión generacional de saberes indígenas y campesinos, asegurando que estas prácticas sigan siendo relevantes en el futuro.

• Co-creación de sistemas regenerativos:

  • Diseñar prácticas sostenibles que integren la ciencia y el conocimiento local, como sistemas de pesca sostenible, manejo comunitario de cuencas hidrográficas y recuperación de áreas sagradas vinculadas al agua.

  • Implementar acciones que no solo reparen el daño ambiental, sino que también regeneren las relaciones entre las comunidades y su entorno.

• Integración del bienestar social y ecológico:

  • Garantizar que las comunidades indígenas y campesinas obtengan beneficios tangibles del proyecto, como mejora en su seguridad alimentaria, ingresos sostenibles y acceso al agua limpia.

  • Reconocer el bienestar cultural y espiritual como parte esencial de la regeneración, promoviendo conexiones profundas entre las personas y los ecosistemas.

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      Impactos esperados: 

1. Resiliencia socioecológica:

   • Ecosistemas dulceacuícolas más saludables y funcionales, capaces de soportar perturbaciones como el cambio climático.

   • Comunidades más preparadas para manejar sus recursos de manera sostenible y regenerativa.

2. Revitalización cultural:

   • Rescate de tradiciones culturales relacionadas con los peces y el agua dulce, fortaleciendo la identidad y cohesión comunitaria.

   • Fortalecimiento del vínculo espiritual y emocional entre las personas y su entorno.

3. Beneficios tangibles para las comunidades:

   • Mejora de las prácticas de pesca sostenible, asegurando ingresos y alimentos a largo plazo.

   • Incremento en la calidad de vida mediante la restauración de servicios ecosistémicos esenciales, como agua limpia y biodiversidad.

4. Transformación sistémica:

   • Creación de un modelo replicable que inspire a otros proyectos en la región neotropical a adoptar enfoques regenerativos.